Camping Talmont-Saint-Hilaire

Venga a disfrutar en familia de esta magnífica estación balnearia del litoral de Vandea. Playa, naturaleza e historia le esperan. ¡Descubra todas las posibilidades!

¿Conoce Talmont-Saint-Hilaire? Esta ciudad está perfectamente ubicada a tan solo unos kilómetros de los municipios de Les Sables-d’Olonne y la Roche-sur-Yon. Cuando se detenga en Talmont-Saint-Hilaire podrá respirar el aire fresco y revitalizante de Vandea, que le sentará fenomenal. La playa, el mar, la naturaleza, la historia, la gastronomía… hay tantos motivos para acabar enamorado de esta encantadora población del litoral.

 

¿Sabía que…? En 1963, aquí se descubrieron huellas de dinosaurios. Sí, ¡dinosaurios! Puede dirigirse a la playa de los dinosaurios, situada entre la playa de Le Veillon y Port Bourgenay para admirar los fósiles. No, no está soñando, andará sobre verdaderas huellas de dinosaurio. A los niños les encantará y ¡a usted también!

 

¿Cuál es el plan? Empiece por descubrir el municipio. Sumérjase en su pasado e imprégnese de historia visitando el tesoro de Talmont-Saint-Hilaire: el castillo de Talmont. La antigua fortaleza de Ricardo Corazón de León le sumergirá en el corazón de la Edad Media. Durante los meses de verano, aproveche los espectáculos ecuestres y de cetrería, talleres medievales y visitas guiadas. Una forma original de hacer que la historia cobre vida. Esta actividad gusta tanto a pequeños como a mayores. ¿Quiere conocer algo más de esta localidad? Disfrute de la naturaleza, diríjase al estuario Havre du Payré (el refugio del Payré) como lo llaman los lugareños. Declarado “Grand Ensemble Naturel” (Gran Conjunto Natural) y designado primer lugar destacado de Vandea, le maravillarán estos paisajes de ensueño. Entre dunas doradas y salinas, pinares o marismas saladas, tendrá un entorno único ante usted. Se impone, claro está, un paseo. ¡Venga a recargar las pilas! ¿Necesita relajarse? La playa de Le Veillon con su arena fina es el lugar ideal. Un día tan repleto abre el apetito, ¿verdad? Ha llegado el momento de probar la cocina local, acomódese en la terraza de un restaurante y disfrute de sus vacaciones.

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