¡Al agua, patos!

Lo ha pensado muchas veces pero nunca se ha atrevido a hacerlo. ¿Por qué no aprovecha estas vacaciones y se anima a probar el buceo? ¡Le aseguramos que no hace falta ser un genio para bucear!

#1. ¿Seguro que esto es para mí?

¿Siempre ha soñado con saber qué pasa debajo del agua? ¿Le fascinan los paisajes submarinos? ¿Es un amante del silencio? ¿Se siente cómodo en el medio acuático? ¡Entonces no hay duda de que el buceo está hecho para usted!

Además, le va a encantar el buen ambiente que reina en las salidas. El buceo siempre brinda bonitos momentos para disfrutar en compañía de otros submarinistas.

#2. ¿Y no es demasiado técnico?

Sin duda, el submarinismo es un deporte técnico pero para comenzar solo es necesario seguir atentamente las instrucciones. Aletas, traje, botella: todo el material del bautismo está incluido. Además, irá acompañado/a durante todo el descenso. Relájese y déjese guiar...

#3. Relajarme sí, ¿pero cómo?

Antes de los descensos se realiza una comprobación sistemática de todo el material. Durante la inmersión tendrá siempre a su lado a un instructor de confianza. Él lleva consigo una botella de emergencia, sabe qué gestos hacer y qué decisiones tomar. Esto es bastante tranquilizador, ¿no? Una vez bajo el agua, respire lenta y profundamente. ¡Todo irá genial!

#4. ¿Puedo llevarme a los peques?

Si tienen más de 8 años podrán acompañarle durante el bautismo. A partir de los 10 años ya pueden participar en un curso con usted.

¡El submarinismo en familia es la máxima expresión de la felicidad! Una forma de pasar tiempo con los suyos como nunca antes lo había hecho. Sin duda, la mejor forma de que los niños descubran las especies submarinas y su entorno.

#5. Bueno, ¿entonces me animo?

Imagine lo orgulloso que se sentirá tras superar un reto que en un principio le parecía complicado. Convénzase de que va a conocer la vida acuática y de que verá peces de colores y espacios increíbles. Si además tiene la gran idea de bucear en pareja o con su familia, tendrán mucho que compartir al regresar a la superficie. Piense en la sonrisa y en la sensación de plenitud que tendrá cuando vuelva a tierra firme. ¡Ánimo! ¡A bucear!

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