¡Sonría! y ¡camine ligero!

Al hacer senderismo, uno querría llevárselo todo para que no le falte de nada: mucha agua, lo necesario para un buen pícnic e incluso un termo de café. Y también, algo para abrigarse y protegerse del sol. Además de los prismáticos, la cámara, la brújula… Pero si algo no hay que olvidar, es ¡no cargarse demasiado!

¿Por qué es mejor llevar menos peso?

Al caminar, cuanto más ligero vaya, menos probabilidad tendrá de torcerse un tobillo. Además sufrirán menos los hombros, el cuello, las articulaciones y los tendones de las piernas. Ganará estabilidad y capacidad de reacción (para salir corriendo si aparece un oso, por poner un ejemplo).

Al llevar menos carga, aumentará su resistencia y podrá caminar más. Hoy en día existe todo tipo de materiales ligeros y resistentes, desde ropa hasta botellas de agua y mochilas... ¡haga uso de ellos!

¡La clave está en la mochila!

¿Va a hacer una caminata de dos horas? Como mucho, lleve una mochila de 20 litros. Si solo lleva su propio equipo (y no el de tres niños pequeños...), incluso le puede valer una de 16 litros.

¿Sale para todo el día y tiene previsto un pícnic? Opte por algo más grande pero sin pasarse: de 40 a 50 litros máximo.

Sea cual sea la capacidad de la mochila, lo importante es que no pese. Así que olvídese de los modelos que tienen un montón de bolsillos con cremalleras. Parece que no, pero esas chorraditas acaban pesando. Un compartimento grande con dos redecillas a los lados es más que suficiente. En el interior, reparta sus cosas en distintas bolsas de plástico o de tela. Deje a mano los objetos más útiles (el móvil para hacer selfis memorables, las llaves del cottage para no quedarse en la puerta al volver, etc.). En cuanto al protector solar, elija una versión de bolsillo. Y aplique una regla básica: ponga lo más ligero debajo y encima, y lo más pesado en medio.

La mochila no es la única que tiene que mantenerse ligera. Para caminar, póngase pantalón o pantalón corto amplios, camiseta técnica transpirable, zapatillas de senderismo también ligeras. ¿Va a hacer senderismo por la montaña? No olvide una chaqueta Softshell (un material suave, transpirable, cálido y resistente a una lluvia ligera) o un cortavientos con buen aislamiento porque la temperatura baja rápidamente durante el ascenso. ¡Pero elija una versión ultraligera!

Comida y bebida

Para hidratarse, la bolsa de plástico integrada en la mochila es sin duda la solución más práctica y ligera. Le permite beber sin dejar de andar y una vez vacía apenas pesa. Pero si va con su familia, hará falta agua para todos, la bolsa ya no será suficiente. Use botellas plegables reutilizables. Son contenedores de plástico que se pliegan fácilmente al quedar vacíos. Algunas tienen forma de acordeón, otras se enrollan como un tubo de dentífrico.

En cuanto a la comida, ahorre espacio. Nada de grandes paquetes de bollos o galletas. Lleve abundantes frutos secos, pastas de fruta y barritas de cereales. ¡Al menos no abultan! Y para los niños, no olvide el combustible: compota de manzana en cantimploras y paquetitos individuales de galletas (¡sin chocolate, que se derrite!) en cantidad suficiente para toda la caminata.

Lo básico

  • Teléfono móvil con cargador de emergencia (puesto que va a usarlo como GPS, cámara y linterna)

  • Cuchillo suizo completo
  • Protector solar y gafas de sol
  • Desinfectante, apósitos, colirio, jeringuilla extractora de veneno y antihistamínicos
  • Silbato y mapa topográfico
  • Bolsas de plástico para residuos y solución hidroalcohólica

Pequeños extras que van bien

  • Cámara de fotos: si el Smartphone se le queda corto, ¡llévela!

  • GPS: ¡igual!
  • Linterna frontal: útil para ir a hacer pis por la noche…
  • Prismáticos: estupendos para espiar marmotas, gamuzas o gacelas con toda discreción

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