Campings Collioure

Ubicado al sur de Francia, a varios kilómetros de la frontera española, Collioure es un lugar donde el estilo de vida catalán se da la mano con el mediterráneo. Caerá rendido ante sus playas de arena o de guijarros y sus pequeñas calas así como sus aguas transparentes.

Disfrutar de unas vacaciones en camping en Collioure es también descubrir y disfrutar de sus numerosas actividades y animaciones. Salga al descubrimiento del extraordinario patrimonio natural de Collioure y su región. Deportes en plena naturaleza o deportes náuticos, los hay para todos los gustos. Paseos en BTT o a lomos de un caballo, senderismo, escalada, kayak o snorkeling (paseos acuáticos) son solo algunas de las actividades que podrá practicar durante su estancia en camping en Collioure.

Vacaciones en camping Collioure

Déjese seducir por la belleza de Collioure, emplazamiento único entre el mar y la montaña que ofrece una panorámica impresionante del Mediterráneo y atesora un patrimonio natural de excepción.

Sus vacaciones en Collioure serán también sinónimo de animación. Si visita la localidad durante la temporada estival, descubrirá sus numerosas costumbres así como el folklore catalán.

Sin embargo, Collioure es también una ciudad cargada de historia. Ya en 673 destacó por ser un puerto comercial y después fue acondicionada y amurallada para acoger a los condes de Roussillon y posteriormente a los reyes de Mallorca, que decidieron fijar su residencia estival en la localidad desde 1276 a 1344. Descubra sus numerosos monumentos militares o religiosos, testigo de la historia de la localidad. El Castillo Real, el Fuerte Saint Elme, las torres Madeloc y Massane, la capilla de San Vicente o bien la iglesia de Nuestro Señora de los Ángeles le ayudarán a trazar la historia religiosa y militar de la ciudad.

Pero eso no es todo, este pequeño puerto catalán sirvió también de inspiración a los mejores artistas, entre ellos los exponentes del arte fauvista de principios del siglo XX, como Henri Matisse y André Derain durante el verano de 1905. Siguieron su estela artistas de la talla de Manguin, Marquet o Picasso, lo cual le valió a la localidad el sobrenombre de “ciudad de pintores” en la esfera internacional. 

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